El SIBO parece que está muy de moda últimamente y hay quien se autodiagnostica, cuando esa labor es exclusiva de los profesionales médicos, pero, ¿sabemos que es?
Os lo contamos aquí:
SIBO, (Sobrecrecimiento Bacteriano del Intestino Delgado, por sus siglas en inglés) es una condición en la cual hay un exceso de bacterias en el intestino delgado, lo que puede interferir con la absorción de nutrientes y causar una amplia gama de síntomas digestivos. Estas bacterias, normalmente presentes en el colon, migran hacia el intestino delgado, generando un desequilibrio en la microbiota intestinal.
Síntomas comunes del SIBO
- Distensión abdominal.
- Gases y flatulencias.
- Diarrea o estreñimiento.
- Dolor abdominal.
- Fatiga.
- Pérdida de peso involuntaria.
Causas del SIBO
El SIBO puede desencadenarse por
una variedad de factores, como el uso prolongado de antibióticos, alteraciones
en la motilidad intestinal, cirugías abdominales, o condiciones como el
síndrome del intestino irritable (SII), la enfermedad celíaca o la diabetes.
Pautas para corregir el SIBO
El tratamiento del SIBO incluye
enfoques médicos y alimentarios, y la dieta es fundamental para mejorar los
síntomas y reducir el sobrecrecimiento bacteriano. En cuanto a la dieta, y ya
que las bacterias responsables del SIBO prosperan con el consumo de azúcar y
carbohidratos refinados, Reducir o
eliminar estos alimentos de la dieta puede ayudar a controlar la proliferación
bacteriana. Se sugiere limitar o evitar alimentos como pan blanco, pasteles,
dulces y refrescos; así mismo aconsejamos eliminar o reducir los FODMAP, (carbohidratos
de cadena corta) que son mal absorbidos en el intestino delgado y que fermentan
rápidamente, produciendo gases y empeorando los síntomas. La dieta baja en
FODMAP es una de las más recomendadas para el manejo del SIBO, ya que
limita los alimentos que pueden alimentar a las bacterias en el intestino
delgado.
- Alimentos permitidos: carnes, pescados,
huevos, aceites, frutas como arándanos y fresas, verduras como calabacín,
zanahorias y espinacas.
- Alimentos a evitar: lácteos, legumbres,
brócoli, coliflor, cebolla, ajo, frutas como manzanas, peras, y ciruelas.
También deben evitarse probióticos y alimentos fermentados.
La dieta keto también puede ser beneficiosa para corregir el SIBO debido a su bajo contenido en carbohidratos, lo que limita el alimento disponible para las bacterias que proliferan en el intestino delgado. Al reducir los carbohidratos fermentables, la dieta cetogénica disminuye los gases y la distensión abdominal, síntomas comunes del SIBO. Además, al priorizar grasas saludables y proteínas, se mejora la absorción de nutrientes, lo que ayuda a la regeneración del intestino. Sin embargo, debe adaptarse a cada persona y ser supervisada por un profesional para garantizar su efectividad y seguridad
Tratamientos médicos
adicionales
El tratamiento del SIBO no solo
se basa en la dieta, sino que puede requerir el uso de antibióticos (rifaximina
o metronidazol), además de suplementos digestivos que mejoren la función
enzimática, siempre bajo prescripción médica.
En algunos casos graves, los médicos pueden recomendar una dieta elemental, que consiste en líquidos con nutrientes predigeridos. Esto reduce la actividad bacteriana en el intestino delgado y permite la regeneración de la mucosa intestinal. Es un enfoque extremo que suele aplicarse bajo supervisión médica estricta.
El SIBO es una condición que
puede controlarse eficazmente mediante cambios en la dieta y un tratamiento
médico adecuado.
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Referencias
- Rezaie,
A., Buresi, M., Lembo, A., et al. (2020). "Hydrogen and Methane-Based Breath
Testing in Gastrointestinal Disorders: The North American Consensus."
American Journal of Gastroenterology, 115(5), 750-765.
- Pimentel, M., Saad, R. J.,
Long, M. D., Rao, S. S. (2020). "ACG Clinical Guideline: Small
Intestinal Bacterial Overgrowth." American Journal of
Gastroenterology, 115(2), 165-178.
- Staudacher, H. M., Lomer, M.
C., & Irving, P. M. (2014). "The low FODMAP diet: recent advances
in understanding its mechanisms and efficacy in IBS." Gut,
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